sábado, 20 de diciembre de 2008

Lluvias misteriosas

La Biblia y algunos relatos más o menos históricos hablan de lluvias extrañas: azufre, sangre, ranas. Sin ir más lejos, cierto día, estando en el campo y con el cielo despejado, a varios kilómetros del mar, a un servidor le llovieron peces.


Estaba solo, estudiando las rocas del cráter de un volcán apagado en Zonzamas, isla de Lanzarote, cuando empezaron a caer peces del cielo. Me di por perdido y, cuando estaba a punto de hincarme de rodillas y pedir perdón por mi vida descreída y pecadora, alcé los ojos y ¿qué dirán que contemplé? Una bandada de gaviotas escandalosas, que me lanzaban toda clase de despojos de peces que habían cogido en el basurero cercano.


Hablando de caer cosas extrañas, tampoco es manco lo que me ocurrió en la oficina de la mina de carbón donde trabajaba años atrás, que se abrió el falso techo y me cayó un electricista, rollizo como un ternero. El demonio sabrá qué hacía un “chispas” allí arriba, aunque siempre he sospechado que era un espía, tipo fontanero del Watergate pero en gordo.


La Gaceta de Rivas, 85, diciembre 2008

No hay comentarios: