domingo, 7 de septiembre de 2008

Los riesgos geológicos en Rivas-Vaciamadrid (V)



Ningún lugar del planeta está libre de sufrir un terremoto. Sin embargo, a partir del estudio de los ocurridos en los últimos cien años, desde que hay aparatos de medición exactos, y del estudio de aquellos que hay constancia histórica fiable, se deduce con claridad que los terremotos tienden a concentrarse en algunas áreas: se trata de las amplias franjas de terreno en las que los continentes, que se mueven a razón de algunos centímetros por año, chocan entre sí.



La ciencia todavía no ha avanzado lo suficiente para predecir cuándo, dónde y con qué fuerza se va a producir un terremoto, pero a partir del análisis de los mapas de situación de terremotos (como el de la ilustración, del Instituto Geográfico Nacional, en el que los puntos rojos y azules representan terremotos) y de los mapas geológicos de cada zona, se han elaborado mapas de peligrosidad sísmica. En ellos se refleja el máximo terremoto que es previsible que ocurra en cada lugar. Entiéndase bien que es una probabilidad, no una certeza. De acuerdo con estos mapas las autoridades dictan las normas de resistencia frente a los sismos que deben adoptarse en las construcciones, tanto edificios privados como obras públicas (puentes, túneles).



Para Rivas-Vaciamadrid y, en general, para todo el centro de la Península, se prevé que el máximo terremoto que es probable que ocurra en los próximos 500 años tendrá una intensidad máxima de V en la escala EMS, lo que significa que causaría pequeños daños en las estructuras de los edificios más débiles. Por ello no se exigen medidas especiales de resistencia sísmica en la construcción. Los dos terremotos ocurridos recientemente en Castilla-La Mancha han sido de intensidad IV (Escopete) y III (Arenales de San Gregorio).



No obstante, en nuestro país existen zonas con notable peligro sísmico. En la Península Ibérica se registra un terremoto destructivo como media cada 100-150 años. Algunos de los últimos ocurridos han sido los de Arenas del Rey (Granada), en 1884, con 839 muertos, y el llamado terremoto de Lisboa, de 1755, con epicentro en la costa sur de Portugal, que produjo un tsunami de 15 metros y unos 15.000 muertos, afectando también a las costas de Cádiz. Las áreas de mayor peligro son Andalucía, Murcia, Alicante y los Pirineos.




Publicado en La Gaceta de Rivas, 72, octubre 2007

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