domingo, 7 de septiembre de 2008

La energía nuclear (IV). Las energías renovables




Las llamadas energías renovables todavía no son una alternativa a gran escala, al menos para cubrir la mayor parte del consumo energético español, aunque pudieran llegar a serlo a largo plazo. Son energías limpias e ilimitadas, pero todavía caras de aprovechar.

Las que tienen más futuro en España son la solar y la eólica. La eólica es la más avanzada y seguirá desarrollándose. Tiene los inconvenientes de necesitar subvenciones fuertes, de que el suministro es irregular y de que los molinos ocuparían zonas muy extensas del país, estropeando el paisaje de las zonas montañosas y de las costas, que suelen ser los más bonitos y nuestro país es turístico.

La solar puede servir para calentar el agua sanitaria, cosa que ya es obligatoria en las nuevas construcciones, y para calefacción, que todavía no es rentable pero puede llegar a serlo en los próximos años. Por el contrario, la producción de electricidad a gran escala por este sistema es todavía un proyecto. La modalidad más prometedora es la termosolar, que consiste en construir campos de paneles solares que calientan vapor de agua, el cual mueve turbinas produciendo electricidad.

La energía geotérmica, el calor interno de la Tierra, sólo es práctica a gran escala en zonas volcánicas, en nuestro caso en las Canarias. La maremotriz es el aprovechamiento de la fuerza de las olas, de las mareas (pequeñas en nuestras costas) y de las corrientes marinas. Es una técnica todavía en mantillas. La hidroeléctrica tiene un futuro pesimista debido a la sequía. Los biocombustibles son el bioetanol, que es un alcohol para quemar en motores obtenido de la destilación del maíz, de otros cereales y de la caña de azúcar, y el biodiésel, derivado de los aceites vegetales. Los biocombustibles van camino del fracaso debido al impacto ambiental en los países productores y a que están ocasionando un encarecimiento en todo el mundo de los precios agrícolas. La biomasa son restos vegetales (de poda, de limpieza de montes y otros) o animales (estiércol) de los que puede extraerse gas para quemar en una central o se pueden usar para destilar biocombustibles. La biomasa podría satisfacer una pequeña fracción de nuestras necesidades. Los biocombustibles y la biomasa no son energías limpias, pues al quemarse producen CO2 y humos.

La organización ecologista Greenpeace ha presentado un informe (www.greenpeace.org/espana/) en el que se afirma que el conjunto de las renovables puede cubrir con holgura las necesidades energéticas españolas en 2050, sobre todo con la variedad termosolar (65%) y con la eólica (14%). En su contra tiene que, para conseguirlo, sería necesario abaratar sus costes, tener en cuenta el enorme consumo en materiales para la construcción de plantas solares y molinos de viento y ocupar con instalaciones nada menos que un 15% del territorio español (unos 75.000 km2, el tamaño de Castilla-La Mancha) y parte del mar costero. España se convertiría en una plantación de molinos y de paneles solares. Las ventajas serían también muy grandes: energía limpia ilimitada.

Aparte de lo dicho es importante hacer hincapié en la importancia del ahorro y de la mejora de la eficiencia energética.
Publicado en La Gaceta de Rivas, 79, mayo 2008

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